“Empezaron por el chori pero ahora vienen por todo” se despachó un tweetero cordobés indignado.
Nadie se explica hacia dónde se dirigen las nuevas medidas del municipio cordobés de restricción horaria para el consumo de determinados alimentos. Algunos especulan que se trataría de una política de salud pública dirigida a mejorar los hábitos alimenticios de la población, otros dicen que sólo se trataría de un fanatismo por el orden, sin ningún otro fundamento.
Según fuentes confiables la intendencia tiene otras medidas similares y del mismo tenor en carpeta. La más llamativa es la de prohibir terminantemente el consumo del “chorizito” que es un plato muy típico de algunas barriadas que consiste en comer chorizo acompañado con chizitos.
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