El hecho no pudo concretarse porque el mercenario, ahora arrepentido, olvidó llevar las balas.
“Ese olvido me permitió tomar conciencia de la atrocidad del hecho que estaba por cometer, con mi trabajo pondría en jaque la libertad de todo occidente” declaró el arrepentido. Asegura haber cobrado un adelanto de seiscientos cincuenta pesos y doscientos más en Tickets Canasta. Dice tener pruebas irrefutables de sus dichos: su casa estaría llena de mercadería comprada con ese dinero en un supermercado chino que le habría recomendado Moreno por sus bajos precios. En una confesión entre llantos asegura que jamás volvería a aceptar dinero para realizar un trabajo de esa calaña. El Gobierno no salió aún a desmentir el hecho.
En la casa del arrepentido se habrían encontrado seis kilogramos de arroz, nueve paquetes de galletitas de chocolate, tres paquetes de yerba de medio kilo, fiambres varios, media horma de queso mantecoso, una botella de whisky escocés, dos potes de crema de enjuague para rizos rebeldes, seis lamparitas de bajo consumo, alfajores y otros productos que probarían la existencia del pago.
En la casa del arrepentido se habrían encontrado seis kilogramos de arroz, nueve paquetes de galletitas de chocolate, tres paquetes de yerba de medio kilo, fiambres varios, media horma de queso mantecoso, una botella de whisky escocés, dos potes de crema de enjuague para rizos rebeldes, seis lamparitas de bajo consumo, alfajores y otros productos que probarían la existencia del pago.