“Soy un tipo muy amplio, me seducen tanto ideas de neoliberalismo más salvaje como del trotskismo más ortodoxo” habría dicho Ricardito Alfonsín luego de que su partido fuera cuestionado por sus acercamientos con los Socialistas y con gente del Pro.
La vocación frentista del radicalismo para poner un freno a la hegemonía K está marcha. Avanzan las negociaciones con todos los sectores del arco político que no se encuentren alineados con el oficialismo, ya sean socialistas, macristas o el que venga. “Nosotros no queremos encasillarnos en ningún compartimiento ideológico, lo que realmente queremos es ver si podemos ganar alguna elección, aunque sea municipal” confeso una fuente muy cercana a la conducción del centenario partido.
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