Desde el Partido Obrero apoyarían el proyecto
revolucionario de Macri siempre y cuando las cosas no cambien demasiado.
Detrás de ese andar cansino, de sus declaraciones poco
inteligentes y de su aparente desapego al trabajo, podría camuflarse un
peligroso revolucionario dispuesto a atentar contra la cultura occidental y
cristiana. No son pocos los que creen que el jefe de Gobierno porteño podría ser
un ex agente de la KGB o un solitario sobreviviente de Sendero Luminoso
embarcado en un proyecto personal de destrucción del capitalismo. Algunos
aseguran que detrás de su aparente inoperancia política y administrativa podría
esconderse un verdadero complot magistralmente planeado. Si bien nadie se
atreve a asegurar que hay pruebas del macabro proyecto no falta quienes dicen
que lo de su terrible inoperancia es una prueba irrefutable.
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